TOXINA BOTULINICA – MITOS Y REALIDADES

Una de las herramientas terapéuticas útiles en la Medicina de Rehabilitación es la Toxina Botulinica, además de las modalidades de terapia física, la terapia ocupacional, así como también diversos fármacos.

De aquí la importancia de la toxina botulínica, así mismo se ha creado controversia en relación a sus indicaciones y en los resultados que en muchas ocasiones rebasa las expectativas reales en relación a lo esperado.

La espasticidad resulta del daño a la vía piramidal y se manifiesta por: Aumento del reflejo de estiramiento tónico con reflejos tendinosos exagerados, lo que resulta en incremento del tono muscular.

Este evento clínico repercute directamente en la incapacidad del paciente para producir y regular apropiadamente sus movimientos voluntarios, con pérdida de control motor y perdida de destreza manual, así como también presencia de movimientos lentos y fatiga.

En relación a la toxina botulínica, el medicamento autorizado para su uso en México por la Secretaria de Salubridad y Asistencia desde 1993, su mecanismo de acción es ser un potente inhibidor neuromuscular de uso local altamente específico que produce denervación química por bloqueo en la liberación de acetilcolina a nivel de la placa neuromuscular. Dentro de las indicaciones precisas se incluye la parálisis cerebral, la esclerosis múltiple, el accidente vascular cerebral, en la esclerosis lateral amiotrofia, lesión medular incompleta.

Con referencia a los padecimientos muscoloesqueléticos que cursan con dolor, se encuentran los síndromes dolorosos miofaciales. Es importante hacer notar que es necesario repetir hasta en dos o tres ocasiones dicho tratamiento para obtener mejores resultados en relación al dolor de esta naturaleza, los síndromes distónicos.

Los problemas de dolor cervical, dorsal o lumbar de difícil manejo y en los cuales las alternativas de tratamiento convencional han fracasado, las secuelas de parálisis facial en relación a la presencia de sincinecias y después del tratamiento convencional de rehabilitación. Disfunciones parasimpático-simpatico: como la hiperhidrosis palmar y axilar.

¿Cuál es la dosis correcta?

Cuando se interfiere con la función activa, pasiva, y cuando se produce sintomatología dolorosa, será de suma importancia tomar en cuenta la dosis de cada paciente, la guía de dosificación pediátrica establece un promedio de 400 unidades de toxina en una sola aplicación por visita médica.
En el caso de pacientes adultos promediar 500 unidades en una sola aplicación por visita médica.

TOXINA BOTULINICA

MITOS

– Considerar que la toxina botulínica es la panacea del tratamiento del síndrome espástico.
– Que la aplicación de toxina botulínica por si sola equivale a la mejoría de la espasticidad.
– Que con una o dos aplicaciones de toxina, esto resolverá el problema.
– Considerar obtención de resultados espectaculares a corto plazo.

REALIDADES

Una alternativa terapéutica más para el manejo de la espasticidad y en algunos casos para el manejo del dolor.
La correcta aplicación de la toxina botulínica incluirá entrenamiento adecuado, con conocimiento preciso de la anatomía del sistema musculoesqueletico y preferentemente aplicación con técnica mediante electro estimulador para localización de puntos motores.
Puede utilizarse incluso combinado con otros fármacos antiespasticos y será parte de un binomio indisoluble (toxina botulínica-terapia integral de rehabilitación), este tratamiento debe ser medio y cuantificado con valoraciones constantes, los buenos resultados serán a largo plazo.
La toxina botulínica no constituye la panacea en el tratamiento del paciente con presencia de síndrome espástico, lo cual en muchas ocasiones, ante la falta de orientación y planeamientos adecuados desde el punto de vista médico genera en el paciente muchas expectativas no realistas en la relación a los resultados terapéuticos.