Síndrome de temor a caerse en adultos mayores

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, un adulto mayor es definido en los países desarrollados como una persona con más de 65 años de edad y en los países en desarrollo, como es el caso de México, como una mayor de 60 años.

Los cambios físicos que se van experimentando, como la disminución en el metabolismo y la fuerza muscular, pueden producir perdida de las funciones e independencia.

Las caídas son definidas por la Organización Mundial de la Salud como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga.

La caída es el resultado de la interacción de factores intrínsecos (trastornos individuales) como alteraciones vestibulares, oculares, porpioceptivas, factores extrínsecos (riesgos medioambientales) en la casa, en la calle, medios de transporte, fármacos y factores circunstanciales (relacionados con la actividad que se está realizando)

Entre las complicaciones psicológicas, la que más impacto tiene es el síndrome de temor a caerse. Este síndrome motiva una disminución del control postural y dificultad para realizar las actividades de la vida diaria, lo que a su vez aumenta el miedo a caerse, cerrando un circulo que se auto perpetúa.

Los adultos mayores adoptan estrategias musculares de rigidez que pueden ocasionarles problemas en determinadas situaciones.

Solo del 10 al 15% de las caídas resultan en fracturas o lesiones de tejido blando lo suficientemente severas para causar inmovilización u hospitalización. Así otros factores, además de la lesión por si misma, juegan un papel en el desarrollo del miedo y la restricción en las actividades subsecuentes a una caída o a caídas de repetición.

Caídas y rehabilitación en adulto mayor
La Medicina de Rehabilitación cuenta con las herramientas  necesarias para la prevención de caídas y la rehabilitación de las secuelas producidas por estas.

 Factores asociados al síndrome de temor a caerse.

– Mayor edad
– Sexo Femenino
– Caídas previas
– Caídas que requieren atención medica
– Caídas que resultan en fracturas
– Caídas que ocurren en otras circunstancias, aparte de caerse o resbalarse
– Tiempo prolongado para levantarse después de una caída
– Movilidad disminuida
– Desempeño pobre en pruebas de balance
– Mareo crónico
– Niveles altos de dolor
– Vivir solo o tener pocos contactos sociales
– Pobre satisfacción con la vida
– Fragilidad
Existe una prevalencía del 23.9% del síndrome de temor a caerse en la población.

La edad mayor a 80 años y las caídas previas son factores asociados al síndrome de temor a caerse en los adultos mayores.

El sexo, el estado civil, la escolaridad, la condición laboral, la convivencia con otras personas, la vivienda y las comorbilidades no son factores asociados al síndrome de temor a caerse en la población.