El dolor suele ser nuestro enemigo más amistoso, no solemos preocuparnos por el dolor aunque pueda ser un grave problema. Nuestro cuerpo puede sentir dolor, pero puede ser difícil de percibir su origen cuando se trata de un dolor más profundo. El dolor causado por lesiones profundas, enfermedades o infecciones de órganos, como: el corazón, el estómago, los pulmones y la espalda, pueden parecer provenientes de un lugar cercano a la lesión, pero puede irradiarse en múltiple lugares.
Por lo tanto, cuando el dolor de espalda se acompaña de otros malestares como fiebre, hinchazón, enrojecimiento, calor, problemas neurológicos o cambios en las funciones corporales, el diagnóstico puede ser más serio.
Los dolores de espalda que son reversibles, por lo general desaparecen en horas o días, pero si el dolor persiste y es acompañado por otros malestares, la situación debe atenderse de inmediato.
Hay muchas causas de dolor de espalda, varias de las cuales provienen de problemas localizados en la parte frontal del cuerpo, como en el abdomen o los pulmones. Los dolores de espalda más suaves pueden generalmente ser manejados con éxito por los tratamientos simples del dolor de espalda como: descanso, la medicación, masaje, la aplicación de bálsamos, el ejercicio, la pérdida de peso.
Cuando el dolor de espalda es persistente e incapacitante, es indicador que necesita atención y un buen diagnóstico. Los síntomas del dolor de espalda pueden ser locales o dispersos, leves o graves Alternativamente, el problema puede ser una molestia simple, pero en realidad puede requerir atención médica urgente.
De acuerdo con el Dr. Ricardo Emilio Aguilar Pineda, especialista en Medicina de Rehabilitación, si el dolor de espalda tiene cualquiera de las siguientes características, es un buen indicador para visitar a un médico:
- Dolor de espalda surge a consecuencia de un accidente, como un choque automovilístico o una caída de escaleras, etc.
- El dolor es constante y empeora
- Dolor de espalda persiste por más de cuatro a seis semanas
- El dolor es severo y no mejora después de un día o dos de los remedios típicos, como el descanso, el hielo y los analgésicos comunes
- El dolor es peor durante la noche (las formas más comunes de dolor de espalda se alivian con el reposo)
- Dolor severo por la noche (por ejemplo, dolor que despierta al paciente de un sueño profundo)
- Dolor abdominal que acompaña al dolor de espalda
- Problemas neurológicos, como debilidad, entumecimiento u hormigueo en la(s) pierna (s) o brazo (s).
Recordando que siempre una atención médica oportuna permitirá al paciente ofrecer un diagnóstico y tratamiento adecuado para reincorporarse a sus actividades normales.
No debemos acostumbrarnos a sentir dolor, si bien, el dolor de espalda se experimenta sin los síntomas anteriores, existe la posibilidad de que los síntomas mejoren con remedios simples, pero ante cualquier duda, acuda a un médico para descartar la gravedad del problema.